Friday, January 06, 2006

TIA - transient ischemic attack - TIA


Accidente isquémico transitorio - AIT
A transient ischemic attack - TIA
Pequeña apoplejía - AIT


Es un "mini accidente cerebrovascular" provocado por una alteración temporal del flujo de sangre hacia una zona del cerebro que produce una disminución breve y repentina de las funciones cerebrales (dura menos de 24 horas; generalmente menos de 1 hora).

Causas, incidencia y factores de riesgo

Un accidente isquémico transitorio (AIT) es provocado por una interrupción del flujo de sangre hacia las células cerebrales. Si los síntomas se resuelven por completo en menos de 24 horas, se denomina un AIT o "mini accidente cerebrovascular". Si los síntomas no se resuelven, el episodio se denomina un accidente cerebrovascular.

Una interrupción breve del flujo sanguíneo puede causar una disminución de la función cerebral (déficit neurológico). Los síntomas varían según el área del cerebro afectada y pueden incluir cambios en la visión, el habla o la comprensión, vértigo, disminución del movimiento o de la sensibilidad en una parte del cuerpo o cambios en el nivel de conciencia.

Si el flujo sanguíneo disminuye por un período de tiempo suficiente, las células cerebrales en el área mueren (se infartan) causando daño permanente en esa área del cerebro e incluso la muerte.

La pérdida de circulación de sangre al cerebro puede ser causada por: Estrechamiento de un vaso sanguíneo Coagulación de sangre dentro de una arteria del cerebro Desplazamiento de un coágulo hacia el cerebro desde otro sitio del cuerpo (p. ej., corazón) Una enfermedad de la sangre, cáncer y otros Inflamación de los vasos sanguíneos Lesión de los vasos sanguíneos

En un AIT, el flujo de sangre sólo se bloquea temporalmente. Por ejemplo, un coágulo sanguíneo puede disolverse y permitir que la sangre fluya de nuevo de manera normal.

La aterosclerosis ("endurecimiento de las arterias") es una condición donde se presentan depósitos adiposos en el revestimiento interno de las arterias, lo que incrementa dramáticamente el riesgo de AIT y de accidente cerebrovascular. La placa aterosclerótica se forma cuando ocurre daño al revestimiento de una arteria. Las plaquetas se aglutinan alrededor del área de la lesión como parte normal del proceso de coagulación y cicatrización.
El colesterol y otras grasas también se acumulan en este sitio, formando una masa en el revestimiento de la arteria. Se puede formar un coágulo (trombo) en el sitio de la placa, desencadenado por flujo sanguíneo irregular en este lugar, y el trombo luego puede obstruir los vasos sanguíneos en el cerebro.

Se pueden desprender fragmentos de la placa o de los coágulos y viajar a través del torrente sanguíneo desde lugares distantes, formando un émbolo que puede obstruir las arterias pequeñas, causando AIT.

Casi una tercera parte de las personas con diagnóstico de AIT presentan posteriormente un accidente cerebrovascular. Sin embargo, alrededor de un 80 ó 90% de las personas que presentan accidente cerebrovascular secundario a la aterosclerosis tuvieron episodios AIT antes de presentarse dicho accidente. Aproximadamente, una tercera parte de las personas que sufren un AIT, presentarán otro AIT, mientras que una tercera parte presentan sólo un episodio de esta condición. La edad en que se inicia varía, pero la incidencia aumenta significativamente después de los 50 años. El AIT es más común en los hombres y en afroamericanos.

Entre las causas menos comunes de AIT se encuentran trastornos sanguíneos (incluyendo policitemia, anemia drepanocítica y síndromes de hiperviscosidad, en los que la sangre es muy espesa), espasmos de las arterias pequeñas en el cerebro, anomalías de los vasos sanguíneos causados por trastornos como displasia fibromuscular, inflamación de las arterias (arteritis, poliarteritis, angiitis granulomatosa), lupus eritematoso sistémico y sífilis. La hipotensión (presión sanguínea baja) puede precipitar los síntomas en individuos con una lesión vascular preexistente.
Otros riesgos de AIT incluyen presión sanguínea alta (hipertensión), enfermedad cardíaca, jaquecas, tabaquismo, diabetes mellitus y edad avanzada.

Síntomas Los síntomas del AIT son los mismos que se presentan en el accidente cerebrovascular y comprenden el desarrollo súbito de:

Entumecimiento, hormigueo, cambios en la sensibilidad Debilidad, sensación de pesadez en las extremidades Dificultad para hablar (tartamudeo, mala pronunciación) Cambios en la visión ,pérdida de la visión en un ojo visión reducida ,visión doble , Sensación de que la persona o la habitación se está moviendo (vértigo) Pérdida del equilibrio ,Falta de coordinación ,Cambios en la marcha, tambaleante Caídas (causadas por debilidad en las piernas)
Otros síntomas que pueden estar asociados con esta enfermedad:
Parálisis facial, Dolor de ojo ,Confusión

Nota: los síntomas se inician repentinamente, duran poco tiempo (desde pocos minutos hasta 24 horas) y desaparecen completamente. Pueden ocurrir de nuevo posteriormente. Los síntomas específicos varían dependiendo de la ubicación (el vaso involucrado), el grado de compromiso del vaso y la extensión de la circulación colateral.
Generalmente ocurren en el mismo lado si más de una parte del cuerpo se ve involucrada. Signos y exámenes Una historia detallada y completa es vital para el diagnóstico porque las deficiencias específicas manifestadas le ayudan al médico a determinar qué área del cerebro resultó afectada. A menudo, el diagnóstico puede fundamentarse sólo en la historia, ya que los síntomas y signos pueden haber desaparecido por completo cuando la persona llega al hospital.

El
examen físico debe incluir una revisión neurológica, la cual puede resultar anormal durante un episodio, pero normal después de que el episodio ha pasado. Este examen se puede utilizar también para descartar un accidente cerebrovascular en evolución más que AIT. La presión sanguínea puede estar alta.

La auscultación con estetoscopio en la carótida u otra arteria puede revelar un rumor, que es un sonido anormal causado por flujo sanguíneo irregular, lo cual puede indicar la presencia de placa aterosclerótica o
trombo en el área.
Los exámenes para AIT pueden incluir pruebas que determinen la causa, grado de compromiso del vaso sanguíneo y descartar un accidente cerebrovascular u otros trastornos que pueden causar los síntomas.
CSC y TP son utilizados para descartar enfermedad hematológica.

TC de cabeza o IRM craneal son usados para descartar lesiones focales como la causa de los síntomas. Un duplex carotídeo (ultrasonido) puede efectuarse si existe la sospecha de estenosis carotídea. Se puede realizar un ecocardiograma para buscar un origen de la embolia.

Se puede realizar
arteriograma cerebral si se sospecha enfermedad vascular localizada (vaso sanguíneo) como estenosis de la arteria carótida ("endurecimiento") o vasculitis (inflamación de los vasos sanguíneos del cerebro). Se pueden realizar otros exámenes y procedimientos para determinar trastornos subyacentes y descartar otros que pudieran causar los síntomas. Estos incluyen examen para hipertensión, enfermedad cardíaca, diabetes, lípidos sanguíneos elevados, vasculitis y enfermedad vascular periférica.

Estos exámenes y procedimientos pueden ser:
Glucosa sanguínea Química sanguínea Lípidos séricos ESR (tasa de sedimentación) Pruebas para sífilis ECG Radiografía de tórax Ecocardiografía (si se sospecha la presencia de un trastorno cardíaco)

Tratamiento El objetivo del tratamiento es mejorar el suministro sanguíneo arterial al cerebro y prevenir el desarrollo de un accidente cerebrovascular.

El tratamiento de AIT reciente (en las últimas 48 horas) requiere generalmente hospitalización para evaluación de la causa específica y determinación de tratamiento por tiempo prolongado. Los trastornos subyacentes se deben tratar adecuadamente incluyendo trastornos como hipertensión, enfermedad cardíaca, diabetes, arteritis y trastornos sanguíneos. Así mismo, se debe dejar de fumar. El tratamiento de los síntomas de los trastornos sanguíneos (como
eritrocitosis, trombocitosis o policitemia vera, los cuales involucran incremento en el número de algunos de los componentes celulares de la sangre) puede implicar el uso de flebotomía, hidratación y tratamiento del trastorno sanguíneo subyacente (causante). Los medicamentos antihipertensivos pueden utilizarse para controlar la presión sanguínea alta. Los medicamentos para disminuir el colesterol pueden ser útiles para reducir los niveles altos de colesterol en la sangre. Los inhibidores de plaquetas y anticoagulantes (fluidificadores de la sangre) se pueden utilizar para reducir la coagulación. La aspirina es el medicamento utilizado con más frecuencia; otros son: dipiridamol, clopidrogel, Aggrenox o heparina, coumadina u otros medicamentos similares. El tratamiento puede continuarse por un período de tiempo indefinido. Se puede recomendar una cantidad reducida de sodio en la dieta para ayudar a controlar la presión sanguínea alta; también dieta para diabéticos, disminución de la grasa en la dieta u otros cambios en la alimentación. La cirugía (endarterectomía carotídea, remoción de la placa aterosclerótica de las arterias carótidas en el cuello) puede ser recomendable para algunas personas, particularmente para aquellas con más del 70% de estenosis de la arteria carótida y sin enfermedad terminal coexistente o demencia. Expectativas (pronóstico) Por definición, un episodio de AIT es breve y la recuperación es completa, pero puede volver a ocurrir más tarde durante el mismo día o después. Algunas personas presentan un solo episodio, otras pueden tener episodios recurrentes y algunas otras llegarán a presentar accidente cerebrovascular. Un AIT debe tratarse de manera tan agresiva como un accidente cerebrovascular, ya que cualquier AIT podría progresar y convertirse en un accidente cerebrovascular. Complicaciones Accidente cerebrovascular Recurrencia de AIT Lesión producto de caídas Sangrado como resultado de medicamentos anticoagulantes Situaciones que requieren asistencia médica El AIT es una emergencia médica. Se debe llamar al 911 en Estados Unidos u otro número local de emergencia inmediatamente. No se deben ignorar los síntomas sólo porque estos desaparezcan, pues pueden ser la advertencia de un accidente cerebrovascular inminente. Incluso si los síntomas se resuelven por completo, es importante buscar asistencia médica o llamar a un número de emergencia para obtener atención médica inmediata. Prevención La prevención del AIT comprende el control de los factores de riesgo. La hipertensión, diabetes, enfermedad cardíaca y otros trastornos asociados deben tratarse adecuadamente y se debe suspender el consumo de cigarrillos. El uso de anticoagulantes puede prevenir los accidentes cerebrovasculares en algunos pacientes que presentan coágulos sanguíneos o fibrilación auricular y la endarterectomía carotídea en pacientes seleccionados puede prevenir el accidente cerebrovascular.

Adaptación e publicación del prof nivaldo baldo - rua gonçalves cesar 177 Campinas 13073-230 SP Brasil
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